El Estado Dominicano cierra la Penitenciaría Nacional de La Victoria y da paso a una nueva etapa del sistema penitenciario

Franklin Trinidad. Comunicador

Santo Domingo.– El cierre técnico de la Penitenciaría Nacional de La Victoria marca un hito histórico en el proceso de transformación del sistema penitenciario de la República Dominicana, al poner fin a más de siete décadas de funcionamiento de un centro que llegó a simbolizar el colapso institucional, el hacinamiento extremo y la pérdida del control estatal.

Inaugurada el 16 de agosto de 1952 como un emblema de orden y modernización de su época, La Victoria terminó convirtiéndose en un reflejo de profundas deficiencias estructurales, tragedias recurrentes y prácticas contrarias a los principios de seguridad, dignidad humana y rehabilitación. Durante años, fue un recinto donde el Estado perdió la autoridad efectiva, tolerando un modelo insostenible.

El traslado de los privados de libertad al Centro de Corrección y Rehabilitación Las Parras, ubicado en el municipio de Guerra, representa el inicio de una nueva etapa en la gestión penitenciaria nacional. Las Parras es el resultado de una planificación estratégica orientada a fortalecer la institucionalidad, mejorar las condiciones de reclusión y garantizar un enfoque real de rehabilitación y reinserción social.

Bajo el liderazgo del presidente Luis Abinader, el Estado dominicano asumió el desafío de tomar una decisión compleja pero necesaria: cerrar una estructura heredada del pasado y avanzar hacia un modelo penitenciario basado en el orden, la disciplina, la seguridad y el respeto a los derechos humanos.

Aunque el proceso implica retos, el cierre de La Victoria constituye una señal clara de voluntad política para dejar atrás la administración del fracaso y recuperar el control del sistema penitenciario. Más allá del impacto inmediato, este hecho quedará registrado como un paso firme hacia la modernización institucional y el fortalecimiento del Estado de derecho.

Con esta acción, la República Dominicana no solo cierra una prisión emblemática, sino que reafirma el ejercicio legítimo de la autoridad del Estado y su compromiso con una justicia más humana, eficiente y orientada al futuro.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back To Top